Son las 3 de la mañana y no puedo dormir, exactamente no se que es lo que me mantiene despierto, puede ser el café, puede ser la necesidad de estudiar para mi parcial de mañana,tal vez terminar mi tarea de microeconomía, las ganas de seguir escribiendo esta entrada o la siempre inquietante melodía de Natasha Luna.
Escuchar a Natasha Luna es de esas cosas que te producen miedo y placer a la vez, envolviendote con su dulce voz para conducirte a lugares tan sublimes como extraños y luego abandonarte en un confuso paraje dominado por la distorsion de las guitarras.
Al final querras volverla a escuchar con la firme consigna de no dejarte envolver por su voz, cosa que por cierto, te será inutil.
En inglés, francés o castellano en verdad da igual, escuchar a Natasha Luna es una experiencia de otro mundo, de un mundo tal vez paralelo, de un mundo oscuro, de ese lugar escondido en cada uno de nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario